Quizás hayan paseado en alguna ocasión junto al edificio que ahora alberga al
Instituto Cervantes. Pues bien, en la puerta que se ubica en la calle Alcalá esquina con Barquillo se encuentra la entrada que dio apodo a este edificio como «la casa de ¡joder, qué puerta». Así lo recoge la periodista
Isabel Gea Ortigas en su publicación Madrid Curioso (de Ediciones La Librería).
Los madrileños, dados a poner mote a todo, quedaban deslumbrados ante la belleza de las cuatro esculturas de mujer que dan forma a las cuatro columnas de entrada.
Según narra este libro, este edificio fue construido en 1918 porAntonio Palacios y Joaquín Otamendi para albergar la sucursal en España del Banco del Río de la Plata. En 1947 se fusionó con el Banco Central y se construyó la ampliación en la calle Barquillo. A finales del XX estaba ocupado por el Banco Central Hispano. En 2003, el Ayuntamiento cedió el edificio al Estdo a cambio del Palacio de Comunicaciones de Cibeles. En 2006 aterrizó el Cervantes.
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